Una vez que un paciente ha sido operado para retirar un tumor, el tratamiento no termina ahí. De hecho, después de la cirugía inicia una etapa clave: el seguimiento médico oncológico, que tiene como objetivo acompañar la recuperación, evaluar el resultado de la cirugía y prevenir posibles complicaciones o recaídas.

El seguimiento es personalizado, dependiendo del tipo de tumor, su etapa clínica y tu estado general e incluye consultas periódicas, análisis, estudios de imagen y acompañamiento continuo. La frecuencia y duración del seguimiento varían según el tipo de cáncer, la etapa de la enfermedad y la respuesta al tratamiento. 

Este seguimiento es parte esencial de un manejo integral y dentro de este se incluye:

• Revisar tu recuperación física.

• Analizar los resultados del tumor (biopsia o estudio de patología).

• Decidir si necesitas otros tratamientos que complementen la cirugía como quimioterapia, radioterapia u otro tratamiento.

• Monitoreo a mediano y largo plazo para detectar recurrencias.

• Ofrecerte apoyo emocional y recomendaciones para tu cuidado.

Como cirujana oncóloga, mi compromiso va más allá del quirófano. Estoy aquí para acompañarte en cada etapa del proceso, resolver tus dudas, escucharte y ayudarte a tomar decisiones informadas. El seguimiento no solo es parte del tratamiento, es una forma de cuidarte, de estar atentos a tu bienestar y de asegurarnos juntos de que estás en el camino correcto hacia tu recuperación. Si ya fuiste operado o estás por serlo, agenda tus consultas de seguimiento con tiempo. 

¡No estás solo(a)! Contactame para recibir atención especializada, cercana y basada en lo que tú necesitas.